Te ayudamos a pasar ese trago amargo
¿Voy a poder volver a trabajar? ¿Cómo me voy a encargar de que mi familia tenga todo lo necesario? ¿O peor aún, me convertiré en una carga para ellos? ¿Qué ha pasado con mi vida normal y activa?
Todas estas son preguntas que la víctima de un accidente catastrófico se hace, preguntas que nunca pensamos que teníamos que hacer en nuestra vida.
Las lesiones catastróficas son aquellas como daño cerebral, lesiones a la espina dorsal, amputaciones accidentales, paralización completa o parcial, etc. Y se les llama lesiones catastróficas precisamente, porque cambian la vida de la víctima dramáticamente. Muy pocas víctimas o sus familiares están preparados para un cambio tan repentino en sus vidas, un cambio que tal vez exige cuidado diario por el resto de su vida, terapias constantes y/o discapacidades permanentes.